Por Pedro Moraga Labbé, Fonoaudiólogo, Académico Escuela de Fonoaudiología, Universidad Andrés Bello.El lenguaje es una capacidad humana que permite comunicar información y también trasmitir los valores e idiosincrasias propias de una comunidad. La educación bilingüe de dos lenguas mayoritarias, como el español y el inglés, permite al estudiante no sólo absorber los lenguajes propios de ambas comunidades, sino que además conocer su realidad.
Durante mucho tiempo se consideró que la educación bilingüe era beneficiosa porque ofrecía nuevas oportunidades para desempeñarse en una sociedad cada vez más globalizada. En la actualidad, los efectos positivos de la educación bilingüe se pueden clasificar en intelectuales, neuropsicológicos y socioculturales.
Los beneficios intelectuales se refieren también a la oportunidad de alcanzar un mayor desarrollo de pensamiento divergente, representado en la capacidad de disponer de más alternativas al momento de resolver un problema, por lo que se asocia directamente a nuestra imaginación y la creatividad.
De esta forma, se es más abierto en la medida en que se cuenta con un pensamiento más divergente, pues se tienen mayores opciones para resolver conflictos y eso permite ser más adaptable y flexible.
Finalmente, también se han identificado beneficios biológicos, en la manutención de mayor cantidad neuronas y por tanto el crecimiento del cerebro de los niños bilingües, así como en la posibilidad de rehabilitación en el caso de un trastorno de lenguaje a edad adulta.
Todas estas posibilidades dependen no sólo del sistema de enseñanza entregado en la escuela, sino que también de los valores y respeto entregados por los adultos en el hogar, que a su vez es transmitido en forma de comunicación oral.
Artículo publicado en www.chile.com
