domingo, 28 de enero de 2018

La comunicación interna, clave para retener el talento.

Hace a penas unos años, la comunicación interna en las empresas consistía simplemente en poner un tablón de anuncios en el pasillo más concurrido o editar un boletín con los logros más espectaculares de la dirección. Además, la figura de un departamento de comunicación interna en el entramado de las organización, no ha sido percibida, hasta hace bien poco tiempo, como una parte fundamental de la misma.

Hoy en día, en pleno siglo XXI, podemos afirmar que la comunicación interna es el gran lubrificante de la organización y un elemento imprescindible para la gestión de la misma, configurándose como una disciplina con nombre propio.

A fecha de hoy son cada vez más las empresas que se esfuerzan por implantar una adecuada comunicación interna. En estos casos, por lo general, ésta ha sido impulsada por la dirección general a través de todos los canales factibles para que se alcancen los resultados y objetivos de la organización. Hay que matizar que existe una gran relación entre la comunicación interna y el estilo de dirección. Esto significa que, siempre que exista una buena comunicación interna dentro de la empresa, se traducirá en un estilo de dirección participativo.

La voluntad para el cambio ha sido otra de las claves fundamentales en las empresas para que se haya implantado una correcta comunicación interna. La evolución y desarrollo que viven las compañías, hace necesaria una adaptación continua de la cultura empresarial que mejore la implantación, la puesta en marcha de canales y medios que favorezcan la implicación y la consecuente participación de todo el capital humano en un proyecto común de empresa. De este modo, el objeto mismo de la comunicación interna en muchas empresas es ya una realidad: poner en común, hacer común, en definitiva, informar.

Pero para que esta misión se lleve a cabo con éxito en las empresas, deben seguir una serie de pautas, las cuales crean lo que podríamos denominar “sistema de información para la comunicación interna”, en el que se establecen los canales de información. Este sistema de información consiste en mantener una política coherente con la cultura y los valores de la empresa y un sistema de dirección que canalice y regule la información que se emite. Con ello se logra una comunicación interna bien entendida y esto genera una gran utilidad para la organización, puesto que contribuye a que todos sus miembros asuman valores, estilo organizativo y modus operandi de la compañía. Al mismo tiempo se convierte en una indiscutible herramienta para motivar y retener el talento.

Todo lo que se comunica debe estar en consonancia con lo que se es (o se quiere ser). De este modo, la comunicación interna que se desarrolle en las empresas supone un reto para la integración de una serie de elementos como son: el liderazgo, la cultura empresarial, la integración, … que utilizados debidamente proyectan las expectativas de cualquier compañía, mejoran el clima interno y proporcionan a la organización un excelente vehículo para afrontar nuevos retos.

En definitiva, el secreto de cualquier proceso de comunicación está en la capacidad de hablar el mismo idioma que el receptor y utilizar las herramientas adecuadas. Con esto se logra cubrir las necesidades comunicativas que tienen las nuevas organizaciones y alcanzar la dimensión del conocimiento compartido y de las relaciones humanas. La organización no puede sobrevivir sin comunicación y la comunicación no puede suceder sin la existencia de mensajes.

Fuente: https://psicologiaorganizacional.wordpress.com/...

Proyecto: Estrategias de Aprendizaje para Alumnos de Secundaria.

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